tu trabajo, tu prisión

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Mañana es septiembre y ya a muchos les dan temblores con pensar en volver al trabajo… ¿es tu trabajo tu prisión? No tengo uno ni dos sino muchos clientes que acuden a mí con esa sensación y con ganas de cambiar algo en sus vidas. Hace muy poco un director de desarrollo de personas me comentaba que esta percepción está cada vez más presente en las empresas. Y yo me pregunto qué es lo que se está haciendo mal para que las personas se sientan atrapadas, enjauladas, aprisionadas en sus trabajos.

Lo cierto es que no sé por qué ocurre, pero también es cierto que está ocurriendo. Alguna vez he pensado que el estar inmersos en una sociedad de consumo brutal y sin sentido hace que busquemos trabajar, no para crecer, no para divertirnos, no para aportar algo, no para ser útiles, si no para tener y para ser… con lo cual buscamos básicamente dos cosas: estabilidad y euros. Y luego esa estabilidad y esos euros se convierten en una jaula de oro (o de otros metales según el nivel profesional): si soy libre lo pierdo todo, y ahora tengo algunos euros y ocupación, pero estoy atrapado.

La crisis, desde luego, no ha ayudado. La gente se ha quedado paralizada aguantando muchísima presión, mucho estrés, haciendo verdaderos sacrificios personales para no perder su nivel adquisitivo… y cuanto más se aguanta más grande se hace esa sensación de estar atrapados, de haber perdido totalmente la libertad profesional, y de resignación… pero ¿qué profesional puede conseguir no estancarse, no desmotivarse y desarrollarse en estas circunstancias?.

Creo que somos poco valientes en general. Los empresarios y los profesionales. Unos por atar en corto, por ser como padres autoritarios y sobreprotectores que limitan la creatividad, las ideas, y fomentan la rigidez y la rutina. Y los otros por refugiarse en sus ataduras, por someterse a organizaciones que no avanzan y huyen de los cambios y por sufrir el “Sunday night blues” (sí, es un término que existe, algo así como la “depre” de la noche del domingo) sin dar ningún paso para mejorar las cosas.

He de decir que vislumbro nuevas tendencias en las organizaciones. Creo que tras estos últimos años de centrarnos en mantenernos, en crecer, en seguir a flote, ahora se mira hacia dentro para ver qué es lo que tenemos. Y lo que vemos son personas con vidas y sentimientos que aspiran a no pasar el 70% de su vida en una jaula inteligente de acero y vidrio templado en el mejor de los casos.

Se me viene a la cabeza una bonita frase que me inspira en la educación de mis hijos “Si amas algo déjalo libre. Si regresa a ti, es tuyo. Si no regresa nunca lo fue” Pues eso, demos libertad y seamos libres.

Y os dejo con un video de 3:40 (en inglés) de Karla Silver (coach, escritora y asesora de emprendedores) en el que habla del “Sunday night blues” y cómo evitarlo. Según una encuesta de monster.com el 80% de los trabajadores Norteamericanos lo sufren. Os anticipo que la solución pasa por planificar y visualizar.

¿Es vuestro trabajo vuestra prisión? ¿Sufrís el “Sunday night blues”?

Video Karla Silver – Cure for Sunday night blues

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